ANCASH: DIME COMO ESTÁN TUS RÍOS Y TE DIRÉ QUIÉN ERES

Escribe: Helmer Mejía | Opinión
El grado de civilidad de una sociedad o nación, se mide por la capacidad de generar bienestar a sus ciudadanos, protección a la niñez, a las personas adultas y discapacitadas y armonía con su entorno, incluyendo respeto a las otras formas de vida no humana. Otro indicador, son las condiciones de sus ríos, la forma de cómo coexisten con esas arterias naturales del agua dulce.
De las decenas de ríos principales en Ancash, la mitad están altamente impactados por la contaminación que en ellos se depositan. Su común denominador: receptores de aguas cloacales o servidas, agroquímicas, residuos químicos o petroquímicos, movilizadores de basura, cementerios flotantes de animales muertos, permanentes depósitos de cauchos vehiculares, chatarra, escombros, entre otros. Los que aun son utilizados como transporte fluvial, reciben la carga de los lastres o insumos de plantas mineras informales o de químicos usados en el procesamiento del tarwi (“chocho”), que a diario se expulsan. Y las posibilidades de regenerase o diluir con su caudal natural alguna de las sustancias que reciben, se imposibilita, debido a las múltiples represas que a lo largo de sus cursos son realizadas.
Mientras todo esto ocurre, las autoridades con su mayor indiferencia, se tapan los ojos y oídos, ante el envenenamiento continuo de las pocas aguas dulces que aun disponemos. Siendo los más vulnerados, los ríos que cruzan las grandes urbes. Concluyendo que el río más contaminado en Ancash es el rio Santa.